¿SERES QUERIDOS U OTRA COSA? (FINAL)

Comencé a ver que muchos se equivocan respecto a los sueños con seres queridos fallecidos.

 Luego de corroborar todo lo anterior, pude responderle al pseudopastor respecto a lo que encontré en el texto bíblico, pero hasta este mismo momento (29 de julio de 2022, 09:35 pm, hora de Venezuela), no me ha respondido y dudo de que lo haga en un futuro.

Otras fuentes de información.

Sin embargo, no me limité a La Biblia. Busqué en fuentes judías y encontré que en El Talmud se habla de interacciones entre vivos y difuntos. A este respecto el rabí Eliayahu, conocido como "el Gaón de Vilna", creía que los muertos podían aparecerse físicamente en este mundo, ya que las barreras existentes entre el mundo espiritual de las almas y el mundo físico son inexistentes; no obstante, el Talmud enfatiza que está prohibido intentar establecer contacto con un muerto por medio de brujería o cualquier otro medio que no sea el rezo y los casos de apariciones o revelaciones en sueños no cuentan como actos de invocación prohibida.

Después me topé con un libro que algunos califican de "diabólico": "El Libro de los Espíritus" de Allan Kardec. En el capítulo 8 ("Emancipación del alma"), encontré en el apartado "El dormir y los sueños", numeral 404, lo siguiente: "¿Acaso no tenéis numerosos ejemplos de personas que se aparecen en sueños y advierten a sus parientes o amigos acerca de lo que les sucede? ¿Qué son esas apariciones sino el alma o Espíritu de dichas personas, que acuden a comunicarse con el vuestro? Cuando adquirís la certeza de que lo que habéis visto ha tenido lugar realmente, ¿no es esa una prueba de que la imaginación no intervino allí para nada, sobre todo si eso nunca estuvo en vuestro pensamiento durante la vigilia?”

Las apariciones en sueños son reales; luego sí son nuestros seres queridos.

Se disipó cualquier duda residual al respecto.

Tras encontrar todos estos textos explicativos, comprobé a la perfección que todas las experiencias tanto físicas como oníricas que, tanto yo como mi comadre Dorita, mis amigas-hermanas Luz América y Clarisa, mi amiga Yaris y otras personas allegadas tuvimos con Yuvia fueron reales, es decir: fue la misma Yuvia quien se nos apareció en sueños y nos dejó sus postreros mensajes donde nos mostraba que está tranquila, feliz y que, en mi caso, sigue amándome allá donde está.

La respuesta a la pregunta que da título a este artículo es: son nuestros seres queridos y no otra cosa.