¿SERES QUERIDOS U OTRA COSA? (1)
Recientemente me encontré discutiendo con uno de esos a quienes llamo pseudopastores. ¿La razón? El sujeto afirmaba categóricamente que los sueños donde se nos aparecen los seres queridos ya desencarnados en realidad son producto del mal y que son demonios los que suplantan la imagen del ser querido en el sueño para engañarnos.
Lo que escuché.
El pseudopastor decía, entre otras cosas: "Los muertos no se aparecen a nadie; son los demonios con formas humanas que se aparecen a (...) personas que les rezan. Eso se llama espiritismo y eso está totalmente condenado y prohibido en la santa y bendita Palabra de Dios. (...) Son demonios que se aparecen con formas humanas para seguir engañando, para seguir seduciendo a las personas inconstantes, ignorantes que en vez de buscar al Cristo vivo, resucitado (...) están orando a las ánimas. ¿A qué ánimas le están orando? ¿A las almas de los muertos? ¡Eso es espiritismo!".
En un principio, tal afirmación me habría asustado, porque entonces todas las vivencias paranormales que he tenido con los espíritus de Yuvia y de mi padre habrían sido producto de intervenciones diabólicas (¡susto!)... pero ya sé que no es así. ¿Qué hice? Decidí investigar por mi cuenta.
Acudí al Libro Sagrado.
Ciertamente en La Biblia aparece en Deuteronomio 18,11: "No sea hallado en ti (...) quien consulta a los muertos". También dice en Levítico 20:27: "Y el hombre o la mujer que evocare espíritus de muertos o se entregare a la adivinación, ha de morir". Encontré otras citas semejantes que no voy a incluir.
Luego, me topé con 1 Samuel 28, donde se narra cómo el rey Saúl fue a un pueblo para hallar a una pitonisa (médium) y así poder consultar al espíritu del profeta Samuel, fallecido un tiempo atrás. El texto bíblico dice que la encontró y le pidió que evocara a Samuel, cosa que ella hizo: "Él le preguntó: ¿Qué forma tiene? Y ella dijo: Un anciano sube, y está envuelto en un manto. Y Saúl conoció que era Samuel". Me vino la pregunta entonces: ¿Fue realmente Samuel el aparecido o evocado? Pude concluir que sí fue el mismo Samuel quien se apareció ante Saúl. Primero, porque el escritor llama al aparecido por su nombre; segundo, porque el mismo Samuel le dice a Saúl que Dios lo ha abandonado (cosa que ya sabía pero no aceptaba) y tercero, porque le dice que morirá al día siguiente en una batalla. Tres detalles que me dieron luz en mi investigación.
Continuando con el texto bíblico, encontré otras citas iluminadoras. Jonás 2,2: "y dijo: En mi angustia clamé al SEÑOR, y El me respondió. Desde el seno del Seol (sepulcro) pedí auxilio, y tú escuchaste mi voz". Mateo 10, 28: "Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma". Juan 8,51: "En verdad, en verdad os digo que si alguno guarda mi palabra, no verá jamás la muerte". Me bastó con estas últimas citas para corroborar lo que he aprendido durante mi instrucción espiritual, en especial tras el fallecimiento de mi Michu bella: la vida ultraterrena es REAL.
(Continúa en la próxima entrega)


Comentarios
Publicar un comentario